Diferencias entre sauna y baño turco: ¿Cuál elegir?
Diferencias entre baño turco y sauna
Las terapias de calor han sido utilizadas desde la antigüedad como una forma de relajación y eliminación del estrés. Existen diversas formas de lograr este objetivo, como la música, la lectura, la pintura, la conversación, el yoga, la meditación y los tratamientos de calor. En este artículo, nos enfocaremos en los beneficios de las saunas y los baños turcos para la salud y la eliminación de toxinas, así como en las diferencias entre ambas terapias.
Calor seco vs calor húmedo
La diferencia fundamental entre una sauna y un baño turco es el tipo de calor que proporcionan. Mientras que la sauna genera calor seco, el baño turco genera calor húmedo. Esto se debe a que las saunas están equipadas con un respiradero para circular aire fresco y limitar la acumulación de humedad, mientras que las salas de vapor de los baños turcos son prácticamente herméticas y la humedad puede llegar al 100%.
Temperatura y generadores de calor
Otra diferencia entre las saunas y los baños turcos es la temperatura. Las saunas suelen ser más calientes que los baños de vapor, alcanzando temperaturas entre 80 y 90 grados Celsius. Sin embargo, el nivel de humedad en los baños de vapor hace que se sientan más calientes a pesar de tener temperaturas más bajas, generalmente no superiores a los 70 grados Celsius.
Además, las saunas suelen utilizar estufas que calientan piedras volcánicas para generar calor, mientras que los baños turcos utilizan calentadores de agua que generan vapor.
Mobiliario y revestimiento
En cuanto al mobiliario, las saunas suelen estar construidas de madera, con bancos a diferentes alturas para que las personas elijan el nivel de calor deseado. Por otro lado, los baños turcos están recubiertos con materiales no porosos, como azulejos, para evitar la acumulación de humedad.
Beneficios para la salud y la piel
Tanto las saunas como los baños turcos tienen beneficios terapéuticos para la salud y la piel. Ambas terapias ayudan a relajar los músculos y mejorar la circulación sanguínea.
Las saunas tradicionales mejoran la respiración y la hidratación de la piel, mientras que las saunas de infrarrojos ayudan en la desintoxicación y la pérdida de peso. Por su parte, los baños turcos son beneficiosos para problemas respiratorios y alergias, debido al alto nivel de humedad presente en estas salas de vapor.
Origen y recomendaciones
Las saunas finlandesas tienen su origen en Finlandia y eran consideradas lugares sagrados para limpiar tanto la piel como el espíritu. En Finlandia, las saunas son una institución nacional, con alrededor de 2 millones de saunas para 5.2 millones de habitantes.
Por otro lado, los baños turcos son más extendidos y llegaron a la península ibérica gracias a la influencia árabe.
Es importante tener en cuenta que tanto las saunas como los baños turcos deben ser utilizados con precaución y siguiendo las recomendaciones de uso. Se recomienda hidratarse antes y después de utilizar estas terapias de calor, así como no exceder los 15 minutos de duración. Además, se debe consultar a un médico antes de utilizarlas en caso de embarazo, epilepsia, hipertensión o trastornos circulatorios o cardíacos.
Posibilidad de asesoramiento
Si estás interesado en disfrutar de los beneficios de una sauna o un baño turco, pero no estás seguro de cuál es la mejor opción para ti, puedes contar con el asesoramiento de empresas especializadas en terapias de calor. Autoccontrol Piscinas ofrece un directorio de estas empresas, donde podrás solicitar presupuesto gratuito y recibir recomendaciones personalizadas.
La elección entre una sauna y un baño turco dependerá de tus preferencias personales y necesidades individuales. Ambas opciones ofrecen una experiencia relajante y ayudan a eliminar el estrés y las toxinas del cuerpo.
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