Diferencias entre antialérgicos y antihistamínicos: conoce cuál es el más adecuado para ti

Diferencia entre antialérgico y antihistamínico
Los antialérgicos y antihistamínicos son dos tipos de medicamentos utilizados para controlar las alergias. Aunque ambos tienen como objetivo aliviar los síntomas alérgicos, existen diferencias importantes entre ellos en cuanto a su mecanismo de acción y forma de consumo.
Antihistamínicos
Los antihistamínicos son medicamentos utilizados para tratar reacciones alérgicas. Funcionan impidiendo la acción de la histamina en el organismo, una sustancia química que desencadena los síntomas alérgicos como comezón, inflamación, enrojecimiento y goteo nasal.
Existen diferentes generaciones de antihistamínicos. Los de primera generación, como prometazina, dexclorfeniramina, hidroxizina, clemastina y difenhidramina, pueden causar efectos secundarios como somnolencia y alteraciones cognitivas.
Los antihistamínicos de segunda generación, como loratadina, cetirizina, bilastina, ebastina y epinastina, penetran menos en el sistema nervioso central y presentan menos efectos secundarios en comparación con los de primera generación.
Los antihistamínicos de tercera generación, como levocetirizina, desloratadina y fexofenadina, son modificaciones de los de segunda generación con dosis y efectos secundarios menores.
Es importante tener en cuenta que durante el embarazo se debe evitar el uso de antihistamínicos, especialmente en el primer trimestre. En casos necesarios, se pueden utilizar clorfeniramina, loratadina y difenhidramina bajo supervisión médica.
Los antihistamínicos tienen contraindicaciones en casos de embarazo, lactancia, glaucoma, presión arterial alta, enfermedades renales o del hígado, hipertrofia benigna de la próstata y en interacción con ciertos medicamentos. Siempre es recomendable consultar con un médico antes de tomarlos.
Antialérgicos
Los antialérgicos son medicamentos que alivian las alergias y pueden ser clasificados en diferentes categorías según su mecanismo de acción. Algunos de ellos incluyen estabilizantes de mastocitos, inhibidores de leucotrienos, inmunoterapia y epinefrina.
Los estabilizantes de mastocitos, como la cromoglicato de sodio, previenen la liberación de histamina y otros mediadores químicos en el cuerpo, reduciendo así los síntomas alérgicos.
Los inhibidores de leucotrienos, como el montelukast y el zafirlukast, bloquean la acción de los leucotrienos, sustancias que desempeñan un papel en las reacciones alérgicas.
La inmunoterapia, también conocida como vacunas contra la alergia, consiste en la administración de pequeñas cantidades de alérgenos para desensibilizar al sistema inmunológico y reducir así la respuesta alérgica.
La epinefrina, o adrenalina, es un medicamento utilizado en casos de reacciones alérgicas graves, como el choque anafiláctico. Se administra mediante una inyección y actúa rápidamente para revertir los síntomas alérgicos graves.
Es importante destacar que no se debe automedicar en caso de alergias, especialmente en mujeres embarazadas, adultos mayores, niños, mientras se toman otros medicamentos o en problemas de presión arterial. Siempre es recomendable consultar con un médico antes de iniciar cualquier tratamiento.
Los antihistamínicos funcionan bloqueando la acción de la histamina, mientras que los antialérgicos pueden actuar de diferentes formas para aliviar los síntomas alérgicos.
Es importante seguir las indicaciones del proveedor de atención médica y leer la etiqueta cuidadosamente al tomar estos medicamentos. Además, es fundamental consultar con un médico antes de iniciar cualquier tratamiento, especialmente en casos de embarazo, lactancia y condiciones médicas preexistentes.
Recuerda que la automedicación puede tener consecuencias negativas para la salud, por lo que siempre es recomendable buscar el consejo de un profesional médico.
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