Diferencias entre empatía y compasión: ¿Cuál es la clave para entenderlas?
Diferencia entre empatía y compasión
La compasión es el sentimiento que surge al percibir el sufrimiento de otro y tener el deseo de aliviarlo. La compasión no es lo mismo que la empatía o el altruismo, aunque están relacionados. La empatía se refiere a nuestra capacidad de comprender y sentir las emociones de otra persona, mientras que la compasión incluye el deseo de ayudar. El altruismo es el comportamiento desinteresado motivado por la compasión, pero no siempre está presente en la compasión. La compasión tiene bases biológicas y activa regiones del cerebro relacionadas con la empatía y el cuidado. La fatiga por compasión es un estado mental en el que nos volvemos menos capaces de ayudar a los demás debido al temor a ser lastimados o la falta de energía emocional. Los profesionales de la salud pueden experimentar fatiga por compasión debido a su constante exposición al dolor y la angustia. Para prevenir o abordar la fatiga por compasión, es importante tomar conciencia de los síntomas y mantener una distancia saludable de los pacientes. La autocompasión implica cuidar de uno mismo y hacer actividades que recarguen de energía física y emocional. La autocompasión no es lo mismo que la pena por uno mismo, sino reconocer el malestar interno y actuar para aliviarlo.
La empatía
La empatía es la capacidad de compartir los sentimientos de los demás. La compasión es la capacidad de compartir y aliviar el sufrimiento de los demás. La compasión es proactiva y contribuye al bienestar de los demás. La compasión es beneficiosa para líderes y promueve un ambiente de trabajo saludable. La angustia empática se basa en emociones negativas y está asociada con el comportamiento no social. La compasión se basa en emociones positivas y motiva el comportamiento prosocial. La formación en compasión aumenta la conducta prosocial. La empatía puede generar una reacción negativa en el cerebro ante el sufrimiento ajeno. La compasión puede revertir esa reacción negativa y amplificar los efectos positivos. Ser bueno no es lo mismo que ser compasivo. La compasión implica estar atento a la experiencia de los demás y ayudarles. La compasión nos libera del temor y fortalece nuestra capacidad de liderazgo. La empatía cognitiva y emocional no son tan efectivas como la empatía compasiva. La compasión es más efectiva para los líderes porque permite sentir y hacer algo al respecto. Cultivar la compasión es más importante que la empatía. La compasión activa una red diferente del cerebro y es más efectiva que la empatía. La compasión mejora el bienestar emocional y promueve el comportamiento pro-social.
Diferencia entre compasión y empatía
La diferencia entre compasión y empatía radica en la acción y en el enfoque. La empatía nos permite entender y compartir los sentimientos de los demás, pero no necesariamente nos impulsa a actuar para aliviar su sufrimiento. En cambio, la compasión va más allá de la empatía y nos impulsa a tomar medidas concretas para ayudar a los demás.
En un corto animado que explica la diferencia entre compasión y empatía, se muestra cómo la compasión implica tener en cuenta las necesidades de los demás y actuar en consecuencia, mientras que la empatía puede generar una conexión emocional pero no necesariamente implica una acción.
Una dificultad común al tratar de conectar con las emociones de los demás es que la compasión puede generar distancia emocional. Es importante encontrar un equilibrio entre comprender y compartir el sufrimiento de los demás sin perder nuestra propia estabilidad emocional.
La empatía nos permite conectarnos y comprender las emociones de los demás, pero la compasión nos impulsa a actuar y aliviar el sufrimiento. La compasión implica estar atentos a las necesidades de los demás y tomar medidas para ayudarles.
Existen cuatro atributos principales de la empatía: la capacidad de adoptar la perspectiva del otro, la capacidad de no emitir juicios, la capacidad de reconocer y comprender las emociones de los demás, y la capacidad de comunicar ese entendimiento de manera efectiva.
Investigaciones sobre la empatía y la compasión
La investigación a nivel cerebral indica que existen tres tipos de empatía: la empatía cognitiva, la empatía emocional y la preocupación o cuidado empático.
La empatía cognitiva nos permite comprender el pensamiento y la perspectiva de otra persona. La empatía emocional se refiere a sentir lo que la otra persona está sintiendo. La preocupación o cuidado empático es donde reside el elemento compasivo.
La palabra empatía se introdujo en el siglo XX en la lengua inglesa como traducción de "sentir con" en alemán. La empatía cognitiva no implica necesariamente experimentar los sentimientos de los demás, pero la empatía emocional sí lo hace.
Desconectarnos de los sentimientos ajenos puede ser adaptativo en ciertas situaciones, pero bloquea la acción compasiva y de ayuda. La meditación y el entrenamiento en compasión podrían ayudarnos a manejar las emociones y evitar desconectarnos de los demás.
Un estudio mostró que la práctica de la meditación "loving kindness" activó circuitos cerebrales relacionados con la empatía empática, mientras que el entrenamiento en compasión activó circuitos cerebrales relacionados con el amor parental. Estas diferencias se observaron después de solo 8 horas de práctica.
La conexión con el sufrimiento de los demás puede ayudarnos a lidiar con nuestro propio dolor y nos impulsa a ayudar. En los países del este asiático, el nombre Kuan Yin simboliza el despertar compasivo y la disposición a ayudar.
La empatía y la compasión en el liderazgo
Las habilidades de escucha activa y respuesta son fundamentales para el liderazgo exitoso. Las organizaciones están incluyendo capacitación en empatía para gerentes en lugar de tácticas de intimidación.
La empatía, la simpatía y la compasión son conceptos relacionados pero diferentes. La empatía es sentir visceralmente lo que el otro siente. La simpatía es entender lo que la persona está sintiendo sin experimentarlo. La compasión lleva la empatía y la simpatía un paso más allá y busca aliviar el sufrimiento de la persona.
La empatía cognitiva es beneficiosa para establecer conexiones y fomentar la colaboración en el liderazgo. La compasión crea una distancia emocional y puede mejorar el bienestar general.
Un líder empático puede establecer conexión y fomentar la colaboración, pero su juicio puede estar nublado por las emociones compartidas. La compasión es clave para un liderazgo sostenible y una cultura de trabajo compasiva es beneficiosa tanto para el líder como para los empleados.
Tener compasión no solo es mejor para nuestro propio bienestar, sino también para el bienestar de aquellos que lo necesitan. Ambas habilidades, empatía y compasión, tienen efectos en la felicidad y el bienestar general de los empleados.
Mientras que la empatía nos permite compartir los sentimientos de los demás, la compasión va más allá y nos impulsa a actuar para aliviar el sufrimiento. La compasión es esencial en el liderazgo y promueve un ambiente de trabajo saludable. Cultivar la compasión a través de la meditación y el entrenamiento puede fortalecer las redes cerebrales relacionadas con la empatía y mejorar nuestro bienestar emocional. Es importante reconocer la diferencia entre empatía y compasión, y trabajar en desarrollar ambas habilidades para hacer del mundo un lugar mejor.
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