Diferencia entre hipoteca fija y variable
Cuando decides solicitar un préstamo hipotecario para comprar una vivienda, es importante que conozcas las diferentes opciones que existen en el mercado. Dos de las opciones más comunes son las hipotecas fijas y las hipotecas variables. En este artículo, te explicamos las principales diferencias entre estas dos opciones para que puedas elegir la que más se adapte a tus necesidades.
Hipotecas fijas
Las hipotecas fijas son aquellas en las que el tipo de interés que pagarás se mantiene estable durante toda la vida del préstamo, es decir, durante los años que hayas acordado con el prestamista (banco u otra entidad financiera). Esto significa que, independientemente de cómo evolucionen los tipos de interés en el mercado, tu cuota mensual será siempre la misma.
Principales elementos de las hipotecas fijas
Las hipotecas fijas suelen tener una duración de entre 10 y 30 años, aunque esto dependerá de cada entidad financiera. El tipo de interés suele ser más alto que en las hipotecas variables, ya que el prestamista asume un mayor riesgo al ofrecerte una tasa fija. Sin embargo, esto también significa que tendrás una mayor estabilidad en tus pagos mensuales.
Beneficios de las hipotecas fijas
Entre los beneficios de las hipotecas fijas, se encuentra la posibilidad de planificar tus gastos a largo plazo, ya que sabrás exactamente cuánto tendrás que pagar cada mes. Además, en caso de que los tipos de interés suban, tu cuota mensual no se verá afectada. También tienes la posibilidad de deducir fiscalmente los intereses que pagas por tu hipoteca fija.
Hipotecas variables
Las hipotecas variables son aquellas en las que el tipo de interés que pagarás dependerá de un índice (generalmente el euríbor) y de la negociación que hayas establecido con el prestamista. Esto significa que tu cuota mensual puede variar a lo largo del tiempo, lo que puede tener valores negativos y positivos para el cliente.
Principales elementos de las hipotecas variables
En las hipotecas variables, el tipo de interés puede variar en función de diferentes factores, como las perspectivas económicas, los plazos y los tipos de interés del mercado. El prestamista también puede establecer un diferencial sobre el índice de referencia (euríbor), que se sumará al tipo de interés variable. El periodo de revisión suele ser anual, aunque esto puede variar en función de cada entidad financiera.
Beneficios de las hipotecas variables
Entre los beneficios de las hipotecas variables, se encuentra la posibilidad de obtener un tipo de interés más bajo que en las hipotecas fijas. Además, si los tipos de interés bajan, tu cuota mensual también se verá reducida. También es posible que los bancos rebajen el tipo de interés para atraer clientes. En caso de que el euríbor sea negativo, podrás beneficiarte de esta situación y pagar menos intereses.
¿Qué hipoteca elegir?
A la hora de elegir entre una hipoteca fija o variable, debes tener en cuenta tus necesidades y tus perspectivas económicas a largo plazo. Si quieres comprar una vivienda para establecerte en ella a largo plazo y quieres tener una mayor estabilidad en tus pagos mensuales, la hipoteca fija puede ser la mejor opción para ti. Por otro lado, si quieres beneficiarte de posibles bajadas en los tipos de interés y quieres asumir un mayor riesgo, la hipoteca variable puede ser la opción más adecuada.
Gastos derivados de la hipoteca
Además de los intereses que pagarás por tu hipoteca, es importante que tengas en cuenta los gastos derivados de la misma, como pueden ser los gastos de notaría, los impuestos, los seguros de hogar y vida, y la comisión de apertura. Estos gastos pueden variar en función del prestamista y del tipo de hipoteca que elijas.
Revisión de la hipoteca
En el caso de las hipotecas variables, debes tener en cuenta que tu cuota mensual puede variar cada vez que se produzca una revisión. Es importante que conozcas cuál es el periodo de revisión establecido por el prestamista y que te informes sobre cómo se calcula el tipo de interés variable. Si decides elegir una hipoteca variable, deberás estar preparado para asumir los posibles cambios en tu cuota mensual.
Pensiones y fondos de inversión
Por último, es importante que tengas en cuenta que, en función del tipo de hipoteca que elijas, podrás tener más o menos capacidad de ahorro a largo plazo. Si optas por una hipoteca fija, tendrás una mayor estabilidad en tus pagos, lo que te permitirá planificar mejor tus ahorros. Por otro lado, si eliges una hipoteca variable, tendrás la posibilidad de beneficiarte de bajadas en los tipos de interés, lo que te permitirá destinar más dinero a tus planes de ahorro, como pueden ser las pensiones o los fondos de inversión.
Ambas opciones tienen sus beneficios y sus riesgos, por lo que es importante que analices detenidamente las diferentes opciones y que elijas aquella que mejor se adapte a tus necesidades.
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